Se terminó. Después de nueve años y ocho emocionantes temporadas, ayer vimos quién finalmente se quedó gobernando en Westeros.
¡¡¡ATENCIÓN, SPOILERS!!!
Debo ser honesta. Games of Thrones era una de mis series favoritas. La historia, los personajes, los dragones y los lobos huargo me tenían completamente obsesionada. A lo mejor por eso mis expectativas del final eran tan altas. Y es que después de Lost nunca pensé que el desenlace de una serie me podría defraudar tanto. Why? A continuación explicaré por qué la temporada ocho (para mi gusto) destruyó una serie con potencial para ser considerada la mejor de todos los tiempos.
Todo empezó con los errores, desde el vaso de café de Starbucks en una celebración medieval hasta el inexplicable cambio de peinado de Daenerys al llegar a Winterfell. Se notó que los capítulos no fueron editados con cariño y para mí eso es un error GRAVE en cualquier producción.
Nadie, pero NADIE se esperaba que Daenerys enloqueciera como su papá. Sí, a todxs nos duele cuando nuestro crush nos rechaza, pero de ahí a quemar una ciudad con inocentes hay un GRAN paso. Personalmente, era uno de mis personajes favoritos. Siempre fue consecuente con sus ideales y me hubiera encantado verla gobernar junto a Jon Snow (OMFG, ¿puede ser más mino?), pero los escritores mataron esa ilusión. Y de la manera más cruel.
Creo haber llorado en dos situaciones con GOT: cuando mataron a Lady y luego a Viserion. Lo de Rhaegal fue completamente innecesario. Solo un recurso para justificar la locura de Daenerys. Los dragones son el alma de la serie y que haya quedado solo uno (y que ni siquiera nos hayan mostrado su paradero final) me decepcionó incluso más que el desenlace.
Jon Snow es amado o odiado. En mi caso amado, por eso no puedo entender que su destino haya sido tan NADA. Fue el personaje que más se sacrificó a lo largo de la historia, era el heredero legítimo al Trono, peleó como nadie, murió y luego resucitó. ¿Y para qué? ¿Para terminar en el Norte tal como en la primera temporada? Lo siento, no lo comprendo y creo que no es el final más apropiado para un personaje tan especial como él.
Hay un sinfín más de razones por las que no estoy satisfecha con el final de GOT, pero mi única ilusión es que los dos libros que le faltan por terminar a George R.R. Martin le hagan justicia a los personajes. Por mientras, my watch has ended.