“Me carga el K-pop”. WHAAAAAAAAAT?!
Cada vez que escucho esa frase prendo piloto automático y respondo: “¿Has escuchado alguna canción?”. El 80% de las veces la respuesta es NO, el otro 20% es algo así como: “Ay, es que se ven (suenan) todos iguales”.
Dame paciencia universo... GOSH. (Aquí un par de fotos antes de seguir convenciéndolos)
A este punto me es difícil (MUY DI-FÍ-CIL) creer que alguien no haya escuchado al menos una canción K-pop (en mi caso… unas 3 millones). El K-pop es un fenómeno mundial (hay datos, google them) y el que no entienda por qué, que me cuente y le comparto mi playlist de Spotify, les aseguro que después de unos 3 minutos queda clarísimo. ES UNA BOMBA.
Para los que vivimos la vida bañándonos de este estilo musical (y de vida), este finde fue un sueño hecho realidad. La quinta versión de KCON New York, el festival de K-pop más grande del mundo, es el cielo donde encuentras desde clases de comida coreana y paneles con algunas de las voces más importantes de la industria hasta eventos súper dúper específicos, clases de baile, productos K-Beauty y O-B-V-I-O conciertos de algunos de los grupos más hot del momento. Para esta versión fueron ATEEZ, AB6IX, fromis_9, IZ*ONE, (G)I-DLE, NU’EST, SEVENTEEN, THE BOYZ, SF9, TXT y VERIVERY, en resumen, el sueño de todo amante de la ola Hallyu (yep, thats the word b*tches).
Nop, no es un evento chiquitito. Este año llegaron más de 55.000 personas y en un mes se lleva a cabo la versión LA, donde se espera que el número crezca aún más. CSM.
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