En mi opinión, los accesorios son muchas veces el mejor complemento para armar el outfit perfecto . Además, son una buena opción a la hora de hacer un regalo (nunca quedarás mal, te lo prometemos). Cinturones, aros, pulseras... Elige el que quieras para levantar tu look, pero esta vez hablaremos de los collares, específicamente de las perlas.
Villabella es nuestra nueva marca favorita y, definitivamente, combina lo mejor de todo: estética, calidad, animal friendly, genderless... Sin duda, destaca por sobre las demás. Conversé con Javier Romero y Francisco Soto, la power couple detrás de estos hermosos collares de perlas. Si quieres saber más sobre "Villabella", don't stop reading!
¿Qué les llamo la atención de este tipo de collares? ¿Siempre quisieron que fueran de perlas y no de otra cosa?
Francisco: Desde que comenzamos nuestra relación, siempre hemos creado collares o pulseras como símbolo, reflejando nuestros gustos personales. A Javier los collares de perlas le recuerdan mucho a su abuela y, a mí, a mi mamá, abuelitas y tías, por lo que decidimos aventurarnos en crear piezas con ellas y bajo nuevos principios, como excluyendo el maltrato animal.
Javier, ¿de qué manera te inspira tu abuela a realizar estas joyas?
Javier: La historia de mi abuela es bastante particular, ya que tuvo que migrar a Chile desde España, por consecuencia de la guerra. Ella llegó sin conocer el idioma y, aún así, con todo su esfuerzo logró formar una vida y familia acá. La caracteriza el ser muy trabajadora, alegre y tener un estilo para la época un poco más “kitch”, llena de colores y estampados reflejando su personalidad. Ese particular estilo que tenía nos inspiró a cosas que rompen un poco la norma establecida. El nombre de la marca, de hecho, es en honor a su apellido materno.
¿Qué es lo que busca entregar a sus clientes Vilabella?
Francisco: Nuestra marca tiene por objetivo invitar a todos a disfrutar de la joyería, sin etiquetas y con plena libertad, rompiendo con el enfoque de género del mercado de las perlas. Como parte de un nuevo paradigma a nivel social y de mercado, creamos piezas inclusivas y libres de crueldad animal, que conjuncionan con el retorno a la consciencia por el que estamos pasando.
¿Cuál es el rol de cada uno en el emprendimiento? ¿Cómo se complementan para llevar a cabo Vilabella?
Francisco: En la parte creativa ambos aportamos nuestras visiones a la marca y piezas, nos salimos de nuestra propia zona de confort, ya que seguimos estilos diferentes. Esto nos ha hecho tener más de una discrepancia entre nosotros, sin embargo es lo que nos permite aventurarnos a crear algo nuevo y que nos apasione. Si bien, las responsabilidades son compartidas, Javier se encarga más de la parte de comunicaciones y yo, de la parte más técnica, cuidando detalladamente las terminaciones de cada pieza.
¿Cuál es su meta a futuro?
Javier: A corto plazo, además de seguir rompiendo los estereotipos del imaginario de la joyería, otra de nuestras metas es concientizar el consumo, presentando opciones sustentables y libres de maltrato animal, que siempre generen un bonito sentimiento o “buena vibra” en quienes nos siguen. A largo plazo, no sabríamos que esperar, ya que todo se ha dado de manera muy orgánica. Tal vez llegar con nuestro mensaje a más personas en Chile y, por qué no, soñar un poco y aventurarnos con algún envío a España, precisamente a Cardedeu, donde nació mi abuela.