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#VOIXTOUR: VALDIVIA

Nunca me he considerado una persona muy outdoor. La verdad es que escalar cerros, hacer trekking y dormir "in the middle of nowhere"no es lo mío (solo si estoy en plan de conquista, obvio). Pero como en la vida hay que probar de todo y me encanta salir de Santiago para escapar de la rutina, no pude negarme a la invitación de descubrir la selva valdiviana. Sí, la selva. Claramente, lo primero que pensé fue: "WTF llevo en la maleta".  


Anyway, con mi @mfinsta nos subimos al primer vuelo que encontramos y sumamos a una rubia loca que seguramente vieron delirar en las historias de @voixchile (te amamos @josecruz). Aterrizamos en Valdivia e inmediatamente sentimos "la magia del sur": lluvia torrencial, árboles frondosos y ese característico olor a leña que te obliga a leer un buen libro y dormir una siesta eterna.


La invitación era en el complejo turístico La Rueda del Chucao (@laruedadelchucao), el que es atendido por sus propios dueños: Marcela y Alejandro, un matrimonio encantador 100% preocupado de la estadía de sus huéspedes. Lo primero que hicieron, después de mostrarnos nuestra acogedora habitación con vista al río Valdivia, fue ofrecernos una copa de espumante (en realidad, una botella). Un poco mareadas (solo un poco, lo juramos), decidimos lanzarnos a la aventura sureña y entrar al sendero que está a solo unos pasos de las cabañas. Nuestro pelo no daba más del frizz, pero recorrer la selva valdiviana y escuchar el sonido de las distintas aves mientras presenciábamos un imponente arcoíris, fue, definitivamente, una experiencia inolvidable.


Ya en la noche, los dueños nos sorprendieron con el mejor panorama ever: tinaja de agua caliente. Evidentemente, entramos con una botella de espumante, pero el relajo máximo fue gracias a que las tinajas son entregadas con hojas de laurel, ideales para quienes sufren de dolores de huesos (a los 30 este es un tema importante). La verdad es que ninguna de las tres se acuerda muy bien como llegó a la cama, porque SHIT HAPPENS. Pero al día siguiente partimos con más energía que nunca, ya que nos despertaron con un desayuno de campo MONUMENTAL. Sí, todo lo que se puedan imaginar: huevos revueltos, mermelada de membrillo casera, jamón, queso, pan amasado, queque... Ok, todas a dieta.


Partí escribiendo que no me consideraba una persona outdoor, pero ahora cuento los días para repetir mi experiencia en la selva valdiviana. Además, a solo cuatro kilómetros de La Rueda del Chucao se encuentra la cervecería Kunstmann, una parada obligatoria para todxs.


Pueden reservan directamente desde www.ruedadelchucao.cl o llamar al +569 9444 4744.


XOXO



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