top of page

[COLUMNA] CUARENTENA EXPERIENCE II

Dos semanas en cuarentena. Creo que nunca había estado tanto tiempo en mi casa. Sin duda, los más felices deben ser mis padres (sí, sigo viviendo con ellos), porque ya no tienen que preocuparse de mis salidas nocturnas ni de mis desapariciones express. Aunque, debo ser honesta… No he dejado las copas de espumante, y tal cual como dicen los memes, ya me di cuenta de que no soy una bebedora ni fumadora social. Creo que a muchos les pasó lo mismo. Y es que algo tenemos que aprender de esta situación.


Pero tal como lo dije en la columna pasada, he cumplido lo de pasar más tiempo en familia y compartir -aunque sea por medio de una aplicación- con amigos que no veía hace tiempo. También he estado más sensible. Y es que en Netflix y en otras plataformas abundan las películas de pandemia, epidemia, virus, caos total, destrucción del mundo, etc. Me las he visto TODAS. Por eso, cada vez soy más consciente de que nos enfrentamos a un problema GRAVE, que nadie sabe cómo resolver, porque la verdad es que es una situación que no se ha vivido en los últimos 100 años. De ahí a que la senadora Jacqueline Van Rysselbergue se tomara su copita acostada en la cama (TREMENDO FAIL).


La verdad es que ni yo sé cómo afrontar el panorama actual. Podría decirles mil formas de entretenerse y no morir del aburrimiento en esta cuarentena, pero ¿para qué? Creo que todos somos distintos y ya sabemos cómo no enloquecer encerrados en nuestras casas. Lo que sí les vuelvo a repetir: es tiempo de reflexionar, sobre todo por qué la naturaleza y el de más arriba (me disculpo con los no creyentes) nos pone en esta situación de carácter mundial. Por algo pasan las cosas.


No sé si serán los antidepresivos o la caja de espumante que tengo en mi casa, la que, by the way, se me está acabando. Pero me levanto optimista todos los días. Me siento privilegiada de tener un squad de trabajo tan bacán y lo cierto es que Zoom nos ha permitido seguir avanzando. Todos los días nos craneamos inventando cosas, hasta tal punto de que ahora me gusta grabarme para TikTok. Y eso que tengo 31 años.


Tampoco quiero sonar superficial, pero también le he tomado el gusto a cosas que antes no hacía: regar las plantitas (tienen vida, recuérdenlo), barrer, mantener el orden, etc. Es mi forma de hacer cardio, porque todavía no me aventuro a hacer ejercicio con las infinitas apps que existen. Esa es mi meta para la próxima semana.


La vida es una sola y hay que seguir dándole. Escuchar al resto también me ha hecho bien. Háganlo, compartan opiniones, ríanse también, no podemos ser fatalistas en estos momentos. Mi socia me dijo una vez: “De las crisis surgen las oportunidades”. Y no podría estar más de acuerdo. Estoy segura que después de esto muchos van a encontrar formas de mejorar su camino o de cambiar de ruta.


Les mando un beso y #StayHome, porque como diría Britney Spears en esta situación: "My loneliness is SAVING ME".


*El crédito de la foto es de @patriciaurrutia.

bottom of page